Prueba estadounidense de lanzamiento vertical marítimo de un misil de su escudo antimisiles Aegis.
La Cancillería rusa critica que Washington acuse a otras naciones de supuestos incumplimientos a la vez que guarda silencio sobre sus propios desmanes.
“Los EE.UU. se arrogan un derecho exclusivo a evaluar el cumplimiento de tratados por otras naciones. Washington lo hace además adoptando formas sermoneadoras e ignorando la práctica consolidada de resolver los puntos de discordia a través de los mecanismos multilaterales correspondientes”, reza un comunicado emitido el sábado por el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores y recogido por el canal RT.
En la nota se señala que Washington evita reconocer sus propios incumplimientos de sus compromisos internacionales en materia de control de armamento en su ‘Informe sobre Conformidad’ de 2017, en el que se formulan por el contrario acusaciones contra otros países, entre los que destaca la propia Rusia.
En particular, el Kremlin señala que Washington guarda silencio sobre lo que considera “sus propias infracciones” del Tratado de Cielos Abiertos, firmado por 34 Estados esencialmente europeos, más Rusia, EE.UU. y Canadá, a la vez que “repite acusaciones manidas contra Rusia relativas a supuestas transgresiones” del mismo.
Moscú acusa de violar ese acuerdo no sólo a EE.UU., sino también a sus aliados y otros Estados asociados a Washington, en especial los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El tratado en cuestión permite a sus firmantes realizar vuelos de vigilancia sin armas sobre la totalidad del territorio de los demás países y recopilar información sobre sus Fuerzas Armadas, con el fin de potenciar la confianza y la comprensión mutuas.
En total, la Cancillería rusa enumera 11 motivos de queja respecto a la acción de Washington en materia de control armamentístico y no proliferación, varias de las cuales aparecen en el informe estadounidense, pero sólo para asegurar que Washington cumple plenamente sus compromisos.
Ejemplo de ello, entre otros, es la protesta rusa por lo que considera infracciones por EE.UU. del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas inglesas) tanto con su programa de drones, como con los misiles que usa como blanco en sus pruebas de tecnología ABM y la instalación de un sistema de lanzamiento vertical marítimo en su escudo Aegis en el este de Europa.
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