Un avión militar C-130 Hércules del Cuerpo de Infantería de Marina encabeza un grupo de cazas F / A-18C Hornet y A / V-8B Harrier sobre el portaaviones USS George Washington frente a la costa de Corea del Sur, 27 de julio de 2010.
La Marina de EE.UU. vaticina que la escalada de tensiones con Corea del Norte desencadenará en un futuro próximo un gran conflicto en la península de Corea.
“Si esta noche se registran enfrentamientos en alguna parte, lo más probable es que ocurrieran en la península de Corea”, advirtió el martes el vicealmirante de la Armada estadounidense y el comandante de la 7a Flotilla, Joseph Aucoin, en un foro celebrado en San Diego (Estados Unidos).
Esta especulación ha sido compartida asimismo por la comandante de la 3a Flotilla de la Marina, la vicealmirante Nora Tyson, que sostiene que la “probabilidad número uno” sería una escalada de tensiones con el Gobierno de Pyongyang y el comienzo de hostilidades con este país del sudeste asiático.
Si esta noche se registran enfrentamientos en alguna parte, lo más probable es que ocurrieran en la península de Corea”, advirtió el vicealmirante de la Armada estadounidense, Joseph Aucoin.
Ante esta atmósfera de guerra, Estados Unidos y su Marina están preparados para ir a un conflicto, evaluaron oficiales castrenses estadounidenses, según recogió el miércoles el diario Business Insider.
“¿Qué si estamos listos para la lucha? Pueden apostar a que sí”, puntualizó el vicealmirante Jaime Foggo, que tildó de “preocupantes” las últimas escaladas militares por parte del líder norcoreano, Kim Jong-un, en alusión a la última prueba de un misil balístico de medio alcance el pasado 12 de febrero.
Posteriormente, Pyongyang calificó como “exitoso” su último lanzamiento de un misil balístico, Pukguksong-2, capaz de portar una ojiva nuclear. El misil alcanzó unos 550 kilómetros de altura y voló cerca de 500 kilómetros antes de caer en el mar del Este, según la agencia norcoreana KCNA.
“Francamente, fue bastante impresionante. Fue como un misil submarino lanzado desde un tanque. Combustible sólido, la verdad, impresionante”, expresó Foggo sobre el lanzamiento de misil.
El lanzamiento, la primera prueba de este tipo desde que Donald Trump llegara a la Casa Blanca, provocó condenas y amenazas por parte de Washington, que prometió una “respuesta contundente” a Pyongyang.
Corea del Norte insiste en que el desarrollo de armamentos obedece a la necesidad de defenderse ante lo que considera movimientos belicistas estadounidenses, en particular, las maniobras militares conjuntas entre EE.UU. y Corea del Sur.
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