Ali Lariyani, presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán, y su homóloga siria, Hadia Half Abás, en Teherán, capital persa, en una rueda de prensa, 26 de septiembre de 2016.
El presidente del Parlamento de Irán denuncia la hipocresía de EE.UU. que, de un lado, enarbola la lucha contra el terrorismo y, de otro, lo fortalece.
“Los estadounidenses mienten cuando hablan de combatir el terrorismo”, ha subrayado Ali Lariyani, presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), y lamenta el doble rasero del Occidente en la lucha contra ese terrible fenómeno: luchan contra el terrorismo en otros países, pero lo atizan cuando se trata de Siria.
Hablando este lunes en una rueda de prensa con su homóloga siria, Hadia Half Abás, en Teherán, capital persa, Lariyani ha advertido de que el terrorismo es una amenaza global y no se limita a Siria, y espera que los patrocinadores de este flagelo “aprendan las lecciones de Siria”, donde el terrorismo que financiaron ha hecho estragos durante los últimos cinco años.
“El caso de terrorismo no se limita a Siria, y podría afectar también a Europa y a EE.UU.”, ha subrayado el legislador iraní, criticando a aquellos países que generan conflictos y crisis en otros estados, incluido Siria, so pretexto de restaurar allí la democracia.
Lariyani ha reiterado el apoyo de Teherán a “una solución política y no militar” a la crisis siria, y lamenta que EE.UU. haya respaldado a los terroristas con su reciente ataque a las posiciones del Ejército sirio, justo cuando había avances considerables hacia una salida dialogada de la crisis.
El pasado 17 de septiembre, aviones de la coalición internacional liderada por Washington atacaron las posiciones del Ejército sirio en la provincia de Deir al-Zur (este). Los bombardeos, que dejaron un saldo de al menos 90 militares muertos, se llevaron a cabo en momentos en que Damasco organizaba una operación contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Aunque Washington lo justificó calificándolo de simple “error”, el Gobierno sirio condenó el flagrante ataque, y aseguró que constituye “una prueba más” del amplio apoyo que brindan Washington y sus aliados a los terroristas.
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