segunda-feira, 11 de janeiro de 2016

Verdugos saudíes decapitan a su gente, y en el extranjero, enmascarados, degüellan


El rey saudí, Salman bin Abdelaziz Al Saud (dcha.), y el exverdugo del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) que decapita al fotoperiodista estadounidense, James Foley.

El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, ha indicado que Arabia Saudí aplica una triple estrategia en la región: presionar al Occidente, alterar la estabilidad regional y provocar a Irán.

“Arabia Saudí aplica una triple estrategia para boicotear el acuerdo nuclear y provocar e incluso aumentar las tensiones sectarias en la región: presionar al Occidente, alterar la estabilidad regional por medio de la guerra en Yemen, apoyar el extremismo y, por último, provocar la ira de Irán. La campaña militar de Riad en Yemen y su apoyo a los extremistas son más que conocidos a nivel internacional, menos los son sus constantes provocaciones a Irán, ya que nosotros actuamos con prudencia y moderación”, ha puntualizado Zarif en un artículo publicado este domingo en la página Web del periódico estadounidense The New York Times.

También ha denunciado que algunos países no están por un compromiso constructivo y recuerda que, tras la firma de un principio de acuerdo nuclear en noviembre de 2013, Arabia Saudí no escatimó en recursos para torpedear el pacto.

"Actualmente en Riad no solo continúan impidiendo la normalización de la situación, sino que están decididos a arrastrar toda la región al enfrentamiento", advierte.

Zarif también ha precisado que Arabia Saudí teme que, una vez cerrado el dossier nuclear que les ha servido de cortina de humo, se revele la verdadera amenaza global, es decir, su activo patrocino del extremismo violento.

“La barbarie es evidente: en casa, los verdugos del Estado decapitan a la gente con sus espadas, como ocurrió en la reciente ejecución de 47 prisioneros, entre ellos el clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr, un erudito religioso que dedicó su vida a la defensa de los derechos civiles. En el extranjero, hombres enmascarados degollan a otra gente con sus cuchillos”, ha precisado el jefe de Diplomacia iraní.

En otra parte de sus declaraciones, Zarif, refiriéndose al pretexto de Arabia Saudí para romper las relaciones con Irán, recuerda que el Gobierno condenó el asalto contra la embajada saudí en Teherán, la capital, y su consulado en Mashad (noreste) y, de hecho, garantizó la seguridad de los diplomáticos saudíes.

Por el contrario, el Gobierno saudí, indica Zarif, ha estado implicado en los ataques directos a las sedes diplomáticas iraníes en Yemen, El Líbano y Paquistán durante los últimos tres años, que resultaron en la muerte de diplomáticos iraníes.

Zarif asegura que las provocaciones no acaban ahí: oficiales del aeropuerto de la ciudad de Yeda, oeste de Arabia Saudí, acosaron a dos niños iraníes, aumentando la indignación pública.

Por último, tras declarar que los peregrinos iraníes han sufrido un acoso sistemático en Arabia Saudí, Zarif ha rememora la tragedia del 24 de septiembre en Mina, cerca de La Meca, y acusa al país árabe de ser responsable de la muerte de cientos de peregrinos iraníes.

alg/rha/rba/ HispanTv