segunda-feira, 16 de novembro de 2015

Invitación al 'fin del mundo': qué profecía busca cumplir el EI y por qué no debe conseguirlo


La serie de atentados mortales en París no fue un simple acto de violencia sin sentido: con estos ataques, el Estado Islámico intenta provocar "una rápida respuesta emocional" y la invasión terrestre de Siria, según sostiene el periodista Iván Yakovina en un artículo analítico, en donde explica paso a paso los motivos de los terroristas y la medidas que debería tomar Occidente para evitar un gran error estratégico.

El carácter, la "coordinación excepcional" y la "planificación cuidadosa" sugieren que son los "bien preparados" terroristas del Estado Islámico quienes están detrás de los atentados en la capital francesa, escribe Iván Yakovina en un nuevo artículo, publicado en el portal Slon.ru.

Según explica este periodista, el Estado Islámico es, en primer lugar, una formación basada en la religión y la ideología y su propósito declarado "no es el bienestar de sus seguidores ni tampoco la conquista del mundo y la construcción de un califato mundial, sino la aproximación del fin del mundo, con la posterior plaza en el paraíso para sus partidarios".

Su principal fuerza, según Yakovina, está en su ideología, que se basa en que muchos musulmanes religiosos no ven ninguna perspectiva en su vida y se sienten humillados por los "dictados globales de Occidente", además de experimentar frustración por las dictaduras o por los fallidos proyectos de democracia de la Primavera Árabe.

"Para ellos, un 'califato' invencible dirigido por 'un descendiente del profeta Mahoma' y anunciado en los libros sagrados no es solo la única manera de darse a conocer, sino también la más atractiva, que les permite servir a un gran objetivo común: lograr el éxito en la vida y, al mismo tiempo, garantizarse un lugar en el paraíso", argumenta el analista.

De esta manera, cuantos más seguidores se unen a las filas del Estado Islámico, más fuerte se hace; y cuanto más fuerte se hace, más personas quieren unirse a sus filas, ya que ven en el grupo terrorista al califato 'verdadero', el de los libros sagrados, explica Yakovina.

La paradoja es que, al mismo tiempo, la ideología del Estado Islámico esconde su principal debilidad ya que, según las escrituras, el verdadero califato primero tiene que poseer sus propios territorios, y segundo, su esfera de influencia debe expandirse continuamente "con la ayuda de Alá", escribe Yakovina.

"Si esto no ocurre, si el territorio se reduce, significa que el Todopoderoso considera esta 'edición' del Estado un error y se niega a favorecerle. De esta manera, un califato que se muere es una falsificación, que nada tiene que ver con las antiguas profecías, y no tiene sentido unirse a sus filas", agrega el periodista, para sentenciar que "esta es la situación que tenemos ahora en Siria e Irak", en donde el 'califato' ha empezado a perder los territorios y la legitimidad.

Actualidad RT