segunda-feira, 20 de março de 2017

Deuda con la OTAN: ¿Qué hay detrás de las discrepancias entre Merkel y Trump?


Lo que la canciller alemana no se ha atrevido a decir en público, lo han declarado sus ministros. Alemania no va a pagar lo que reclama EE.UU. ni alterar sus planes del gasto porque "no hay deuda".

La primera reunión de la canciller Angela Merkel con el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha dejado al descubierto que no es en vano que los líderes europeos estuvieran preocupados por la retórica electoral del republicano durante su campaña a la Presidencia. No es que Washington haya perdido su interés por la OTAN bajo la nueva administración, como pronosticaron algunos analistas, sino que pide a sus socios europeos pagarle sus 'servicios' dentro del bloque.

"He confirmado a la canciller Merkel mi más fuerte apoyo a la OTAN, así como la necesidad de que nuestros aliados abonen su participación justa por lo que vale la defensa", dijo el presidente de EE.UU. en una rueda de prensa conjunta posterior a las negociaciones. "Muchas naciones deben dinero por los años transcurridos y esto es muy injusto para EE.UU.", afirmó.

Al día siguiente, cuando la dirigente germana ya había abandonado suelo americano, el político concretó en Twitter sus exigencias: "Alemania debe sumas enormes de dinero a la OTAN y Estados Unidos, se debe pagar más por la poderosa —y muy cara— defensa que [la Alianza] provee a Alemania".

Trump no especifica las sumas, pero básicamente se trata de un porcentaje mayor de los gastos militares en el presupuesto federal germano. Berlín durante décadas destina en torno al 1,2% del PIB para Defensa. La administración de Barack Obama ya aludió en el 2014 a Alemania, Francia y otros aliados europeos que deberían elevar el gasto hasta el 2% del PIB. Se desconoce si ahora EE.UU. se va a conformar con la redirección del mismo margen hacia las cuentas de sus empresas fabricantes de armas.

La canciller dejó sin respuesta inmediata la pretensión de su interlocutor. De regreso a Alemania tampoco abordó el tema en público. No le conviene empeorar con alguna réplica desaconsejada las relaciones con el principal aliado transatlántico. Sin embargo, toda clase de sumisión a las exigencias del republicano sería percibida como una señal de su debilidad: algo que 'la canciller de hierro' no se puede permitir de cara a las elecciones federales, que se celebrarán en Alemania en septiembre próximo.

Ha sido la ministra de Defensa de Alemania, Ursula von der Leyen, quien ha ofrecido a la prensa este domingo una respuesta a las insinuaciones de Trump. "No hay ninguna deuda ante la OTAN. El gasto en Defensa del 2%, que queremos alcanzar a mediados de la próxima década, sería incorrecto vincularlo solo a la OTAN", cita el canal N-tv.

El ministro de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel, ha rechazado también el propio objetivo de llegar al 2% del gasto. Sí, es importante que las Fuerzas Armadas se modernicen, pero si eso significa duplicar el presupuesto de Defensa "no vamos a hacer eso", ha señalado con claridad.

"Trump delibera como un responsable de ventas"

"EE.UU. efectivamente invirtió mucho en Alemania, pero lo hizo para asegurarse su papel de jugador global dominante", afirma una experta en temas alemanes en el Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Yekaterina Timoshénkova. "Trump está corrigiendo el enfoque al aliado. No descarta las obligaciones, pero da a conocer que no habrá tutela como antes".

Otro analista del mismo ente, Alexánder Kámkin, explica las pretensiones estadounidenses por motivos puramente comerciales. "Trump habla como un hombre de negocios (…), delibera como un responsable de ventas". Necesita más dinero y no entiende por qué el socio no quiere invertir.

Los fundamentos para las pretensiones de Trump o para rechazarlas son los siguientes hechos:

170 instalaciones militares del Pentágono en Alemania cobijan a 45.000-48.000 militares de EE.UU.
La guarnición de EE.UU. en Alemania llega al 30% del número de efectivos del Bundeswehr.
Se trata del 60-70% de la cifra total de las tropas estadounidenses en Europa.
Según reveló Edward Snowden, desde el territorio alemán la Inteligencia estadounidense vigila a los líderes políticos y ciudadanos de toda Europa.
Solo el 31% de los alemanes cree que su país debe cumplir con sus obligaciones dentro de la Alianza en caso de un ataque a otros desde el Este, según un sondeo.

Actualidad RT