Rusia advierte sobre la deriva de Venezuela hacia un conflicto armado y condena las injerencias externas que agravan la crisis venezolana.
“Rusia no quiere que los acontecimientos en Venezuela deriven en un conflicto incontrolable”, ha subrayado este viernes la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova.
Zajarova ha señalado que el nivel de la violencia en ese país no ha disminuido recientemente y ha alertado sobre nuevos enfrentamientos que conducen a más derramamiento de sangre, en los que la gente, incluso los menores de edad, mueren.
En este sentido, ha descrito como “bárbaro e inaceptable” la medida de los miembros de la oposición ultraderechista en “el uso de niños como escudos humanos”.
Asimismo, ha tildado de inadmisibles las injerencias en los asuntos internos de Venezuela y los intentos y soluciones parciales que benefician a una parte implicada.
“La política de algunas fuerzas externas, que se empeñan en implementar escenarios y modelos de revoluciones de colores, no hace más que socavar el orden constitucional, agravar el sufrimiento del pueblo llano y conduce a un callejón sin salida”, ha puntualizado la portavoz de la Cancillería rusa.
La portavoz ha dejado claro la posición de Rusia respecto a Venezuela asegurando que Moscú no ve alternativa al “diálogo” para estabilizar la situación en el país.
En este contexto, ha instado al Gobierno y a la oposición a retomar el diálogo para “impedir que el país se precipite al abismo de un conflicto armado”.
Por otra parte, ha celebrado la decisión del Gobierno para excarcelar al dirigente opositor venezolano Leopoldo López, puesto bajo arresto domiciliario, como la disposición de Caracas para la distensión, lo que a su juicio debe recibir un gesto de respuesta por parte de la oposición, algo que no se ha producido hasta el momento, lamenta la diplomática.
Venezuela afronta desde abril violentas protestas convocadas tanto por el Gobierno como por la oposición para apoyar o rechazar la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), con la que el presidente bolivariano, Nicolás Maduro, pretende solucionar la crisis política del país ante la negativa de la oposición a dialogar.
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