segunda-feira, 24 de julho de 2017

RPD Corea: 27 de julio, fecha de la victoria


El 27 de julio de 1953, Estados Unidos de América autodenominado “superpotencia” del mundo, se rindió ante el pueblo de Corea.

27 de julio, día de la victoria en la guerra
Cuando estalló la guerra coreana (25 de junio de 1950-27 de julio de 1953) impuesta por Estados Unidos ninguno creyó en que este imperio, país vencedor en la II Guerra Mundial y caudillo del imperialismo, sufriría la derrota. Ni mucho menos, nadie pensó que la ganaría la República Popular Democrática de Corea (RPD de Corea) que llevaba menos de 2 años de fundada. Al desatar la contienda los norteamericanos calcularon que saldrían victoriosos en 72 horas, lo cual no era casual en modo alguno. Pero, se equivocaron. Cuanto más se prolongaba el conflicto, tanto más se cayeron en un abismo sin salida, si citamos la expresión de ellos mismos, en “el dilema de no poder adentrarse ni salir de un cuarto por la puerta abierta a patadas”.
Cuando Norteamérica logró conocer a la RPD de Corea, a su pueblo y a su Ejército Popular, ya era tarde.
El asalto a otro país fue pagado caro. El imperio despachó al frente coreano un tercio de su fuerza terrestre, un quinto de su fuerza aérea, la mayoría de su Flota de El Pacífico, una parte de su Flota del Mediterráneo y más de 2 millones de efectivos de los 15 países seguidores, el ejército surcoreano e incluso los restantes del ejército de Japón antiguo, pero sufrió la pérdida casi 2.3 veces mayor que la en los 4 años de la guerra del Pacífico del período de la II Guerra Mundial. “La pérdida de la parte estadounidense es dos veces más que la suma de las bajas sufridas en las 5 guerras de gran envergadura, o sea la de independencia, la de 1812, la mejicana, la estadounidense-española y la filipina”, comentó US News and World Report.
Atemorizado por la fuerza del ejército y el pueblo de Corea unidos como un monolito en torno a su líder y la resistencia de toda la nación, el imperio se había puesto en un aprieto sin otro remedio y no pudo menos de firmar el acuerdo de armisticio que para él era igual a la carta de capitulación.
Para la RPD de Corea, país no grande del Oriente, el 27 de julio se registró como el día de la victoria en el que se creó la mitología de haber rechazado por primera vez en la historia de la guerra mundial a las fuerzas armadas multinacionales capitaneadas por Estados Unidos y puestas del casco de las “tropas de la ONU”, mientras para ese imperio que en mucho más de 100 guerras no había sufrido ni una vez la derrota, como el día en el que se rompió el mito sobre su “invencibilidad” y él se puso en el ocaso.

27 de julio, día de la eterna victoria

Estados Unidos, lejos de sacar lecciones de su ignominiosa derrota sufrida en la guerra coreana, dejó continuamente estacionadas sus tropas en Corea del Sur y con la ambición de ocupar a toda Corea, perpetró persistentemente las provocaciones militares contra Corea del Norte, cuya prueba son los casos del barco “Pueblo” y el avión “EC-121” de la década de 1960, el de Panmunjom de la de 1970 y la crisis nuclear en la Península Coreana iniciada en la de 1990.
Pero, los sucesos, sean grandes o pequeños, terminaron, sin excepción alguna, con la ignominiosa derrota de Estados Unidos, o sea con la victoria de la RPD de Corea.
Solo en el caso del barco espía armado norteamericano “Pueblo” al que se refiere, el imperio firmó la carta en la que afirmaba que se responsabilizaba plenamente del espionaje cometido en las aguas territoriales de la RPD de Corea, pedía con solemnidad perdón por ello y haría que ningún barco invadiera en las aguas jurisdiccionales de la RPD de Corea. “Esta es la única carta de disculpa de Estados Unidos que posteriormente a su nacimiento dejó inscrita en la historia”, dijo el entonces presidente norteamericano Johnson.
Estados Unidos, todos los años junto con Surcorea, realizó los ejercicios militares conjuntos, llevando la Península Coreana al umbral de la guerra. En el simulacro de guerra nuclear “Key Resolve” y “Foal Eagle” de este año movilizó a más de 300 000 efectivos, los medios estratégicos nucleares de varias clases y las fuerzas de operación especial 3 veces mayores que el año pasado e incluso el grupo de golpe del portaaviones nuclear Calvinson. Además, hizo correr el “rumor de la guerra de abril”.
Pero, se chocó con la reacción de superdureza de la RPD de Corea, como los ejercicios de lanzamiento de los cohetes balísticos de las unidades de artillería Hwasong de la fuerza estratégica del Ejército Popular, la prueba estática de la reacción del nuevo motor de gran potencia del cohete con combustible sólido, el “Certamen de los tanguistas del Ejército Popular de Corea-2017”, etc. Muy atemorizado ante el poderío político y militar de Norcorea que sucesivamente se ponía de manifiesto, finalizó el simulacro de guerra nuclear sin lograr lo que se proponía.
La nueva línea de la simultaneidad de la RPD de Corea abrió una era de mayor esplendor del fortalecimiento de la fuerza militar y puso fin a la agresión y el chantaje nuclear de Estados Unidos y los sucesivos grandísimos hechos que manifestaban su capacidad de ataque nuclear frenaron y frustraron en el tiempo oportuno las provocaciones de guerra de los enemigos.
Recientemente un periódico occidental, en un artículo titulado La RPD de Corea, triunfadora en el enfrentamiento con la administración Trump, comentó: El enfrentamiento RPD de Corea-Estados Unidos continuado desde el comienzo del año corriente terminó a favor de la primera; con su obstinación Trump no ha hecho sino tirar piedras al propio tejado; si el imperio otra vez perpetra provocación, también esta finalizará con la victoria de la RPD de Corea.
El 27 de julio, día de la victoria en la guerra del pueblo coreano será el de su eterna victoria.


León contra tigre

Si hay una pelea entre un león, rey de la pradera, y un tigre, rey del bosque, ¿en qué redundará esto?

León desafía a tigre

Los Estados Unidos, autodenominada superpotencia, generalmente se compara con el león, rey de la fauna. En vista de que, practicando la coacción y la arbitrariedad, convierte la sociedad internacional en un mundo animal donde rige la “ley de la selva”, es merecida comparación.
Lo problemático es que acaso él, como el león de la fauna, ¿es omnipotente?
Un experto militar norteamericano que es a la vez profesor de una universidad, en su artículo para el Washington Post, había criticado duramente la fracasada guerra en Iraq de la administración estadounidense, escribiendo: Actualmente en Iraq las tropas norteamericanas se encuentran en las “condiciones del león que, picado por la rata, lanza alaridos”.
En los últimos años invadió a Iraq, Afganistán, Siria y otros países, pero no se ha realizado su propósito. Solo en Iraq sufrió más de 4 000 efectivos muertos y decenas de miles heridos, hasta retirarse de allí.
Lo espectacular es que el “león que picado por una rata está fuera de sí” reta al “tigre” prestigioso como el “rey de la selva”.
La administración Trump que con miras a estrangular a todo trance a la República Popular Democrática de Corea había elaborado una nueva política de agresión consistente en ejercer la “la máxima presión y el máximo compromiso”, recientemente movilizando a más de 300 000 huestes entre ellas las tropas norteamericanas estacionadas en Surcorea, el ejército de este país y los efectivos en las bases militares norteamericanas en Japón, Guam y el territorio estadounidense, la colosal cantidad de medios estratégicos incluidos el grupo de golpe del portaaviones nuclear Calvinson, el colectivo de los submarinos nucleares como el Columbus y Michigan, los aviones bombarderos estratégicos nucleares “B-2”, “B-1B”, “B-52” y los de combate Stealth “F-35B”, cantidad suficiente para toda una guerra e incluso las fuerzas armadas especiales norteamericanas como Langer, Delta Force, Green Veret, etc., realizó durante dos meses el simulacro de guerra nuclear Key Resolve y Foal Eagle 17. Intencionadamente incluso hizo correr el rumor de la “guerra en abril” y el rumor de “crisis de la guerra nuclear” en la Península Coreana para extremar la tensión y, no contento con esto, prolongó la actuación del grupo de golpe del portaaviones nuclear Calvinson que permanecía en el Mar Este de Corea hasta el final de junio, de un lado y del otro, al comienzo del mismo mes, movilizando hasta el grupo de golpe del portaaviones nuclear Ronald Reagan que mantenía en espera en la base naval estadounidense en Yokosuka, Japón, intensifica más la presión sobre la RPD de Corea.
La administración Trump recientemente perpetró el ataque con misiles a Siria y el arrojamiento de la bomba supergrande sobre Afganistán y lo calificó como el “mensaje de advertencia a la RPD de Corea”.
Al “león” que persistentemente provoca, el “tigre”, de buena gana, reaccionó.

Tigre mordió la tráquea del león

El periódico Wenhui Bao de Hong Kong escribió: El cálculo de Trump de tocar fuertemente el tambor y espantar el tigre del monte no rindió ningún efecto, sino que antes bien, lo puso en cólera. El imperio, si realiza la acción militar contra Corea del Norte, la pagará muy caro.
Como es conocido por todos, Corea del Norte está respondiendo con superdureza a la política de la administración Trump de “la máxima presión y el máximo compromiso” destinada a estrangular al país asiático. Ya había poseído la bomba de hidrógeno calificada como la “bomba imperial” y varios medios de transporte de las bombas termonucleares y últimamente logró sucesivos éxitos en el lanzamiento de ensayo del cohete estratégico tierra-tierra de alcance intermediario “Hwasong-12”, el proyectil estratégico tierra-tierra de alcance intermediario “Pukguksong-2” y el misil balístico intercontinental “Hwasong-14”, que es un mensaje de grave advertencia al imperio, el de que si se atreve a invadirle, pondría en vuelo todo el territorio estadounidense.
La política de la administración Trump sobre la RPD de Corea no es válida ahora para la RPD de Corea, posesora de las armas nucleares y el cohete balístico intercontinental. En tanto que el gobierno y el pueblo de la RPD de Corea están plenamente preparados para preservar su soberanía, nunca el imperio se podrá atrever a tocarlos, dijo un sociólogo y profesor norteamericano.
Un capitán general del ejército alemán, ex subcomandante general de las fuerzas de la OTAN, expresó: Ni Estados Unidos ni otro país puede ganar la victoria en una guerra contra la RPD de Corea; aquí un gran comandante, que da preponderancia a los asuntos militares, dirige al ejército; sus potencialidades militares no las conoce ninguno; cumplir la orden de su dirigente, esta es la cualidad del pueblo; el 80% de la extensión territorial de este país es montañoso, condición topográfica que causa pavor y a la que los militares nobles no se pueden acostumbrar; Corea del Norte se ha preparado durante varios decenios para la guerra contra el imperio y es acostumbrada a tal guerra.
El león nunca puede vencer el tigre.
Trump ha de preocuparse por el territorio americano que podría estallar por entero, antes de abrigar una ilusión sobre el estrangulamiento a la RPD de Corea.
El tigre le tiene fuertemente picada la tráquea al león.