El presidente de Argentina, Mauricio Macri, durante un evento en Buenos Aires, la capital argentina, 1 de marzo de 2017.
Venezuela cataloga al mandatario argentino como uno de los presidentes más corruptos en todo el mundo.
La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, calificó el lunes al presidente argentino, Mauricio Macri, como uno de los mandatarios más corruptos del mundo y una persona a quien solamente le interesa los beneficios personales.
"Llegó con una desfachatez, es uno de los presidente más corruptos que hay hoy en el mundo que llegó solamente para sus beneficios personales, familiares y de las transnacionales", dijo Rodríguez durante un discurso en honor al difunto presidente venezolano, Hugo Chávez.
Rodríguez afirmó que, desde la llegada de Macri al poder en Argentina en diciembre de 2015, se han registrado supuestos despidos masivos, violencia policial en contra de los disidentes y violación a los derechos humanos en Argentina, mientras que se ha empeorado la situación económica.
Por otra parte se refirió al caso de la encarcelada dirigente social, Milagro Sala, y le transmitió el apoyo del Estado venezolano y expresó su esperanza de que “el pueblo argentino se levantara” contra el Gobierno presidido por Macri.
"Los presidentes sicarios que llegaron acabar con todo lo que había, contra los pueblos, y se van pronto, no tiene vida ni aliento como proyecto, son proyectos sicarios", afirmó.
Además arremetió contra “los Gobiernos derechistas” de Sudamérica y los catalogó como oligarquías débiles que no tienen permanencia ni proyección histórica en el futuro y que desaparecerán con bastante rapidez de América del Sur.
Las tensiones entre los Gobiernos de Caracas y Buenos Aires comenzaron tras la llegada al poder de Macri y se intensificaron significativamente luego de que Argentina, junto con Brasil, Paraguay y Uruguay suspendieran a Venezuela del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Uruguay, Brasil, Paraguay y Argentina aseguran que la suspensión de Venezuela del Mercosur se debe a que Caracas no ha internalizado la normativa mercosuriana, es decir, no ha aprobado las leyes y los reglamentos requeridos por esta organización desde 2012.
Por su parte, el Gobierno de Caracas asegura que su suspensión es en realidad un golpe de Estado orquestado por los mencionados países para dañar a la Revolución Bolivariana de Venezuela.
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