El portaaviones USS Theodore Roosevelt (CVN 71) conduce una formación de buques durante un ejercicio de maniobra.
Los barcos iraníes les dan escalofríos al primer portaaviones estadounidense que entró en el Golfo Pérsico durante mandato de Donald Trump.
El portaaviones estadounidense USS George H.W. Bush pasó el martes por el estrecho de Ormuz y entró en las aguas internacionales del Golfo Pérsico por primera vez desde que el presidente Donald Trump asumió el poder hace dos meses, según informó la agencia Reuters.
Cuando se acercó al Golfo Pérsico a través del estrecho de Ormuz, cerca de 20 lanchas rápidas iraníes se acercaron a la zona para monitorear los movimientos del portaaviones estadounidense.
Ante este escenario, los oficiales a bordo estaban en alerta y trataron de comunicarse con los buques iraníes.
Por otra parte, los helicópteros de EE.UU. flotaron en un cielo nublado mientras que el portaaviones entró en esas aguas como parte de un convoy que incluyó una fragata danesa y un destructor francés.
Donald Trump había advertido anteriormente que impedirá la presencia de las flotas persas en las aguas internacionales y jurado que cualquier buque iraní que acosara a la Marina de su país en el Golfo Pérsico sería "tirado fuera del agua".
Irán monitorea plenamente los movimientos de los barcos ajenos en el Golfo Pérsico, por ser aguas limítrofes de su frontera.
Anteriormente, también se han registrado este tipo de movimientos entre Irán y EE.UU. en el Golfo Pérsico y en el estrecho de Ormuz. En julio de 2016, barcos de patrulla del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) se acercaron al buque de asalto anfibio USS New Orlens (LPD-18) y al destructor USS Stout (DDG-55), medida que provocó alarma entre los tripulantes de las naves estadounidenses.
El caso más destacado tuvo lugar en enero del año pasado, cuando el CGRI anunció la detención de dos lanchas militares estadounidenses, con 10 tripulantes a bordo (9 hombres y una mujer), que se habían adentrado en aguas de Irán en el Golfo Pérsico. Irán los liberó después de que los estadounidenses se comprometieran a no volver a cometer “errores” similares.
La República Islámica de Irán asevera que la presencia de fuerzas estadounidenses en el Golfo Pérsico no tiene justificación en el derecho internacional y es contraria a la voluntad de las naciones de la región y advierte que hará frente a todo buque extranjero que pretenda penetrar en sus aguas territoriales con intenciones ‘agresivas’.
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